15 Dez 2016
Varias personas cargan con sus pertenencias en el barrio de al-Mashad, zona controlada por los rebeldes en Alepo (Siria),EFE |
Tras casí seis años la guerra siria se ha cobrado ya más de
312.000 vidas, cerca de la mitad de ellas de civiles, según cifras
proporcionadas por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. La
resolución 2139 adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU el 22 de febrero
de 2014 insta a todas las partes del conflicto sirio a respetar las leyes
humanitarias internacionales y por ende la protección de los civiles que no
participan en las hostilidades.
Partida en dos desde 2012, la población de la Alepo oriental
quedó bajo las leyes, no siempre unánimes, de los diferentes grupos opositores.
Amnistía Internacionaldenunció el pasado mes de julio en un informe los
crímenes de guerra cometidos por varias facciones rebeldes. “Hoy en Alepo e
Idlib, los grupos armados tienen carta blanca para cometer crímenes de guerra y
otras violaciones de la ley humanitaria internacional con impunidad.
Sorprendentemente, hemos documentado el uso por parte de grupos armados de los mismos
métodos y torturas que son habitualmente empleados por el Gobierno sirio”, reza
el informe.
Los testimonios de víctimas denuncian a facciones como Nour al Din al Zinki, Frente
al Shamia, División 16, Fatá al Sham y Ahrar al Sham. Además de ejecuciones por
adulterio o ataques a homosexuales, se encuentran otros casos más mediatizados
como el del joven Abdulá Issa. Con tan sólo 12 años, el menor fue acusado de
espía y públicamente decapitado por milicianos de Nour al Din al Zinki. A las
ejecuciones dentro del perímetro rebelde se suma la lluvia de morteros que en
el último mes ha matado a más de 140 civiles en los barrios residenciales de la
Alepo occidental y bajo control del régimen.
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